Aguila o gallina
Un hombre se encontró un huevo en el camino que pertenecía a un águila.
Lo levantó del suelo y al llegar a su granja lo colocó en el nido de una de sus gallinas.
Pasaron unos días y el aguilucho salió del cascarón criándose con todos los polluelos de la granja. El águila pasó su vida comportándose como una gallina. Rascaba la tierra buscando pequeñas semillas e insectos para alimentarse. Cacareaba y cloqueaba como las gallinas. Cuando quería volar, solo batía levemente sus alas de modo que apenas se elevaba un metro sobre el suelo. Nada de eso le parecía anormal ya que así era como se comportaban las demás gallinas.
Un día vio que un ave majestuosa volaba por el cielo despejado. -¡Qué hermosa ave! -le dijo a una de las gallinas que se hallaba a su lado. ¿Qué tipo de ave es esa?
–Es un águila, la reina de las aves – le contesto su compañera. Pero no te hagas ilusiones y ya no la mires más que tú nunca serás como ella. El águila se dejó llevar por los consejos de las otras gallinas y simplemente dejó de prestarle atención a las águilas que volaban sobre la granja.
Pasaron los años y sucedió que el águila ya no pudo desoír a su corazón que le gritaba desde su interior:
“Perteneces al cielo y no a la tierra, así que abre tus alas y vuela”.
Miró hacia el cielo anhelando una nueva vida, desplegó sus potentes alas. Adoptó una postura gallarda y soberana y… voló.
Tocó las alturas y sintió un éxtasis infinito, se elevó cada vez más alto.
¡Nunca más volvió a ser la de antes!
Piensa en esto:
¿Tu entorno es como un corral que limita tus sueño y tus objetivos?
Te han dicho demasiadas veces “olvídalo, “tu no puedes volar” y tu lo has creído.
Cuando empiezas a alzar el vuelo los demás te miran mal o te toman por loco.
Las gallinas esperan a que les traigan la comida, si se lo permiten salen del gallinero cuando dice su amo, comen cuando dice su amo, tras un gran esfuerzo son capaces de poner sus huevos, huevos que su amo retira para él y así un día tras otro, ese amo tiene muchas caras.
Eres un Aguila, extiende tus alas, alza el vuelo, vuela tan alto como te lo propongas, tan alto que no se oigan esos voces que te mantienen en el corral.