La astaxantina, uno de los mejores antioxidantes para el verano.

Una molécula producida por microalgas, son muchos los investigadores que llevan trabajando años sobre esta molécula y la consideran un nutriente fundamental en la lucha contra diferentes formas de estrés oxidativo, como el producido por los rayos del sol. Un nutriente esencial para la época veraniega.

Se caracteriza por crear un color rosáceo o rojizo, por eso el color de determinadas especies de peces.

Unos de los mayores consumidores de microplacton son los flamencos, los langostinos y los salmones.

Por todos es conocido el gran esfuerzo físico realizado por los salmones salvajes al remontar, contracorriente,  los ríos durante más de una semana.

Algunos científicos han aportado la hipótesis de que esta extraordinaria fortaleza del salmón salvaje podría explicarse por la alta concentración de astaxantina en sus músculos. Cosa que no ocurre con los salmones de piscifactoría, a los que tienen que aportar astaxantina sintética para que adquieran su característico y apetecible color rosado.

La astaxantina ayuda al organismo a bloquear los efectos dañinos de los rayos UVA. Es más potente que la Vitamina E, más potente que el beta-caroteno y más potente que la Vitamina C.

Ayuda a:

• Proteger la piel de rayos ultravioleta, contaminación, etc. Preparando la piel para su exposición al sol, reducir las arrugas y de enfermedades cutáneas.

• Ayuda a proteger los ojos.

• Protege nuestro sistema cardiovascular.

• Prevención de enfermedades neurodegenerativas.

• Ayuda a protegerse frente a la carcinogénesis en la vejiga y la carcinogénesis bucal.

• Lucha contra dolores inflamatorios.

• Beneficioso para combatir infecciones de Helicobacter pylori, gastritis, ulcera, …

• Mejor recuperación tras el esfuerzo físico.

Consume Salmón SALVAJE.